29.4.04

Destápame

Hoy he descubierto, gracias a ti, que dentro de un bote de trufas se escondía mi recuerdo. Podrás decir si así lo quieres que no es tan bonito como la primavera de mi cuento, pero yo no estoy de acuerdo. No te asustes, habrá sido sólo una coincidencia, pero como tú bien dices, tu nevera esconde secretos y tal vez deje escapar alguno de vez en cuando. A fin de cuentas, ya me conoce.

Hoy también descubro que surge una coincidencia de nuevo, y grata una vez más. Es fácil acostumbrarse a las cosas especiales, y no pienso resistirme, así que espero que cuando termine esta racha, no me cueste mucho desintoxicarme. A algunas cosas ya soy adicto sin remedio.

Me gusta que me guardes dentro de botes de conservas, no vaya a echarme a perder.

En 80 días

Voy dando la vuelta al mundo tirando miguitas de pan, para no perderme. No sé porqué lo hago, porque no pienso volver atrás...

28.4.04

Cometas

A velocidades increíbles trazan sus órbitas estos cuerpos celestes alrededor de soles y galaxias desconocidas. Atraviesan un espacio profundo, frío. Muy frío. En sus colas congeladas de miles de kilómetros se hallan escondidas todas las respuestas. ¡Súbete conmigo a su grupa la próxima vez que veamos uno! Pero mientras tanto, pregúntame lo que quieras.

27.4.04

Coincidencias

Últimamente me sucede que escucho canciones justo en momentos determinados que hablan exáctamente de lo que me está sucediendo, o que tienen relación directa con ello. ¡Ni hecho a conciencia!

Coinciden con lo que me sucede, o con lo que pienso, o con lo que me va a acontecer, pero además no con cosas triviales, sino con situaciones lo suficientemente relevantes como para que me fije en ellas. La música siempre ha sido algo muy importante para mí, pero nunca lo había sido en este plano.

También noto que acierto con algunas cosas, o que las realizo justo en el momento adecuado. Me da que pensar, la verdad, pero me gusta, me gusta mucho, así que:

¡Oh ente sobrenatural que ejerces ese efecto sobre mi! ¡Gracias!

PD: Y dirá usted, señora, que no existen "las meigas", je je je.

26.4.04

Pause / Rec

Necesito un telemando que me permita congelar los momentos. O grabarlos para poder repetirlos sin descanso.

Semántica

Mis andares pseudo-científicos me llevan de una rama de la ciencia a otra. No lo puedo evitar, ¿será que soy de mente inquieta?

La física que decidí estudiar hace un par de días ha sido completamente dominada. Ahora, no podría explicarla, porque la solución a mi ecuación no la sé todavía. Lo que sé es la fórmula, y funciona.

Pero a lo que vamos. Lo que ahora me insta a escribir estas líneas es la definición de una palabra, bueno, no, de un verbo, "suponer".

Lo que "se supone" ahora es algo que me da más seguridad que el saber a ciencia cierta, lo cual es verdaderamente raro. Como se nota que siempre he sido de ciencias. Supongo (redundo) que algún día no será necesario suponer para encubrir una realidad supuesta, pero me gustan las suposiciones. Mucho, ¡sobretodo si aciertan!

23.4.04

Relatividad

El gran maestro Stephen W. Hawking dedicó mucho tiempo a estudiar la relación "Espacio / Tiempo". Siempre me gustaron sus libros, y él siempre encomió al inmenso Albert Einstein y su Teoría de la Relatividad, sobre la cual tengo algo que añadir:

Se le olvidó incluir en sus estudios que, cuando se meten por medio los sentimientos, el tiempo y el espacio se hacen relativos y se modifican, sin que ninguna fórmula general sea capaz de mostrarnos una solución a la ecuación que sea universalmente válida (podría incluirse como "corolario").

Me voy a dedicar a estudiar esa parte de la física detenidamente, probablemente durante las siguientes 48 horas. Seguro que doy con algo.

22.4.04

Genios

La luna brillaba sobre las crestas de las dunas. No hacía mucho que la había visto salir y saludarme, mientras mis pasos se perdían entre las arenas frescas de la noche.

Descendiendo de una duna me tropecé y rodé metros abajo, hasta la falda de semejante cúmulo de arena. Me dije - ¿Qué narices será aquello con lo que mi pie se ha encontrado? - Y subí de nuevo a buscar tan traicionero objeto.

Sorprendido me quedé cuando vi una pequeña lámpara dorada que sobresalía de entre la arena. - ¡una lámpara mágica! - me dije, emocionado, y cogiendo la manga de mi camisa la froté con ganas, pensando ya en los tres deseos que iba a pedir.

Dejé la lámpara sobre la arena y me retiré para que saliera el genio. Pasaron dos, tres, diez minutos, y no salía nada, con lo que la sujeté entre mis manos, y con mucho cuidado la abrí y miré dentro. Estaba vacía, y dentro tan sólo pude ver mi cara reflejada.

20.4.04

Gilipollas

Si señor, GILIPOLLAS, no tiene otra palabra la persona que ha tirado hace cinco minutos un puñetero cigarrillo por el patio interior y que me ha quemado mi sudadera favorita (42 € de favorita). Espero que te ocurra una desgracia, descerebrad@.

En julio nos libramos de morir calcinados en mi edificio por culpa de un incendio tremendo. Pues nada, que la gente no tiene suficiente.

Joder.

19.4.04

Frecuencia modulada

Hoy sintonizo mi cabeza para que me lleguen tus ondas. Creo que me he quedado sin pilas. Eso espero.

18.4.04

Amanecer

Abrió la ventana temprano, antes que el alba le sorprendiera con el primer rayo de luz, y respiró profunda y relajadamente. Una leve brisa mecía las hojas de los chopos que crecían hacia las nubes desde hacía 23 años. Ellas, como él, habían notado la estación entrante. Estaba tranquilo, relajado, calmado. Su mente, antes revuelta, ahora respiraba hondo con el frescor de la mañana.

La claridad del día que se avecinaba se fundía con la claridad de un pensamiento que había estado fraguándose en su mente durante horas. - A veces es difícil comprender y asimilar que uno es dueño de sí mismo - pensó para sus adentros. Y así era y así, en consecuencia, se sentía.

Cuando sus actos parecieron desligarse de sus intenciones, se sintió perdido e incomprendido. Intentó agarrar la situación y despedazarla, pero se sintió roto por dentro. Pero, una vez más, el anuncio de un nuevo día le trajo paz y lucidez (aunque esta vez no había palomas blancas), y él mismo volvió a su sitio. Sintió durante aquella leve metamorfosis que su única arma sería la sinceridad consigo mismo, que es la que realmente necesitaba entonces, y con ella luchó en su mente y corazón, para ganarse a si mismo. Y venció.

Y ahora aguarda mirando el mundo exterior.

17.4.04

Convulsiones

La realidad, dura como siempre, se revuelve en mi interior agitada por la estación de las flores, las alergias y las hormonas. Despieza, rompe, rebusca, desordena y reorganiza cosas que no sé por qué narices no soy capaz de dejar tranquilas. ¡Puñeteros "agentes externos" que venís a quitarme la tranquilidad de mis claras ideas! Buscad otra víctima, y no me tentéis, porque siempre caigo. Me sujetaron aquellas cosas que no me puede decir, pero que no significa que no las sienta.

16.4.04

Érase

Había una vez unas palabras que querían salir por una boca, pero la voz dudaba que unos oídos quisieran oírlas y pudieran hacer que unos pies se alejasen. La mente no lo comprendía. Y el corazón no escuchaba.

Y yo me hallo diseccionado.

15.4.04

Superpica al rescate

El calor se ceñía sobre los techados de las paradas de autobuses en Plaza de Castilla. Dirigíame con paso firme y decidido a la boca de Metro, como cada día, para llegar a Nuevos Ministerios y allí hacer un trasbordo (ya veis, me recorro la gama completa de transporte público), con mi abono-transporte firmemente agarrado en mi mano izquierda.

Un coche de policía estaba medio aparcado en un lateral mientras que los top manta envolvían sus hatillos y lo miraban recelosos.

Directo me zambullí en las escaleras que se abrían paso hacia las entrañas de Madrid, ya con mi billete dispuesto a pasar por la canceladora. Con decisión lo introduzco. - Mñeeee. "Billete no válido" - Lo saco y, como no podía ser de otro modo, lo introduzco de nuevo - Mñeeee. "Billete no válido" - (esta vez ya tenía un tonillo diferente). Entonces, cuando me disponía a probarlo en otra canceladora, apareció ÉL en escena.

- ¡Eh! A ver... - Dijo el que a primera vista parecía un pica de los de toda la vida, con la camisa de rayas rojas verticales asomando desremetida por debajo de la oronda curva de su jersey color vino, con barba de dos días y palillo en la boca (eran las tres, los héroes también comen, que se había usted pensado), dirigiendo su voz pero no así su mirada hacia mí. Entonces, presa de su hipnótica frase, me dirigí como sonámbulo hacia donde ÉL estaba, y le alargué a la víctima, mi preciado (por el precio) billete B3 de abono-transporte. Con ojos de experto y habilidad innata, lo cogió de entre mis dedos con su mano poderosa con rapidez, lo escrutó al detalle, dobló una de sus esquinas levemente y con un raudo movimiento, y lo introdujo en otra canceladora.

- Bip. Billete válido - mostraba el indicador luminoso a la que empujaba el torno con la cadera. - ¡Aleee! - bramó mi salvador con voz potente y satisfecha.

Y allí me hallaba, en mi destino, dentro del Metro y encaminándome hacia la línea 10, agradeciendo el que hubiera sido emplazado en dicha esquina el que iba a ser mi salvador del miércoles a las tres de la tarde.

14.4.04

Comunicando

A veces lo hace el teléfono, otras veces somos nosotros quienes lo hacemos. Me tiraría horas, siempre hay algo de qué hablar con ella.

13.4.04

¿Ciencia ficción?

Hace un rato he leído que A. Einstein dijo:

"Es mas sano alimentar la imaginacion que el conocimiento".

¿Seré un tipo sano como los de los yogures Danone? Mi imaginación siempre se alimenta de lecturas, de canciones, de pensamientos, de ideas, de intenciones... A veces incluso de sentimientos, lo que es muy arriesgado, porque el imaginarte un sentimiento es algo que suele balancearse por la tercera costilla izquierda, llegando en ocasiones a caer en el ventrículo derecho y eso es muy muy, pero que muy peligroso, señora. Es algo que hasta las autoridades sanitarias advierten no hacer, imagínese.

En mi imaginación, el mundo esta lleno de historias que he vivido y que me quedan por vivir. Incluso algunas de esas historias imaginadas pertenecen ya al pasado de mis recuerdos más vivos. Es muy poderosa.

Imagínate, a veces imagino que es ella la que me imagina a mí. A veces sé que la realidad supera a la imaginación, pero ella sabe que la mía es muy hambrienta de realidades imaginadas, y mientras que su imaginación juega conmigo al escondite por las noches, su realidad tengo que imaginarla.

Dame realidades, que de eso si ando un poco falto.

12.4.04

Calendario

Lo inventamos los seres humanos para medir el tiempo en días, semanas... y en seis meses. Por ahora mi calendario tiene seis meses, y puedo describir cada poro de cada hoja de papel que lo conforman, cada letra... cada curva de algún dos rebelde que me hace pensar que es un número difícil de dibujar, que tiende a estirarse, a levantarse de su cómodo regazo para transformarse en uno. No te levantes hombre, esta vez no.

11.4.04

Y como todo...

... se acabó. Mañana al trabajo. Que asco.

Bueno, pese a que llegué ayer a las 11 de la mañana, he preferido esperar hasta hoy para volver a escribir y hablar de mi viaje a Ámsterdam y de mi semana. Ayer era un día de resaca vacacional, muy esperado.

Ámsterdam me ha dejado con ganas de más, de eso no hay duda.

Llegué allí a las 13:30, porque el avión salió con retraso. Estuve dormitando durante las dos horas que el avión tardó en surcar los cielos existentes entre Ámsterdam y Madrid. Sorprende ver el cielo totalmente nublado, y en unos instantes atravesarlo para contemplar un océano blanco sobre el cual el Sol brilla radiante. Me junté hasta llegar a Ámsterdam Central (la estación de tren y metro) con un par de chavales de mi barrio con quien nunca antes había hablado, pero como nos conocíamos de vista y nos vimos en la puerta de embarque, como si nos conociésemos de toda la vida. Eso impidió que me aburriese como una ostra, y también el que llegase sin dificultades hasta la oficina de turismo. Se notaba que ellos habían viajado más que yo, pero espero arreglar eso pronto. Por cierto, el mundo es muy pequeño, siempre.

Llovía. Nada más llegar esa ciudad me avisó que iba a ser una semanita mojada, y así fue. Me costó montar la tienda, pero luego me eché una buena siesta hasta que a las 23:00 llegaron el resto. No tuvo muchos contratiempos el estar solo, de hecho me gustaba estar a mí solo tan lejos de todo. El camping era muy bonito. Zeeburg Camp. En verano tiene que ser la leche, porque ahora con el frío ha sido un poco duro.

El viaje en general ha estado bien. Me gustó muchísimo el museo Van Gogh. La pena fue que al resto no les gustó tanto, y tenían prisa por salir. Una verdadera pena. El museo Heineken fue entretenido, pero era menos museo y más atracción, a ellos les gustó más. Por lo menos me tomé tres birras, que tenía unas ganas... Jejeje. De todos los sitios a los que quisimos ir, no fuimos a muchos, en parte por el tiempo que hacía en el camping, y en gran parte por el continuo uso de los Coffe-Shops y sus plantitas verdes. De todas maneras, la ciudad es impresionante, no la recordaba así para nada.

Me doy cuenta de lo poco “europeos” que somos, que lo que somos es “españolitos” encerrados tras nuestros Pirineos cerrados a la vida continental. Podría vivir en Ámsterdam perfectamente. De hecho, si en alguna ocasión mi necesidad de cambio me lo permite, podría cambiar mi sueño de irme a Australia por Ámsterdam, pero dejando a un lado las diferencias de “sustancias legales”. Ése no es su atractivo, aunque he de reconocer que el mundo cambia considerablemente gracias a algunas de ellas (radicalmente más bien), pero la ciudad en sí me ha conquistado. Me encantan los canales, las casas, las bicis (aunque para cruzar la calle andando tenga que rezar a los dioses), los tranvías, las calles de piedra, la Plaza Dam... y la gente, sobre todo la gente.

También tengo una deuda pendiente en Holanda, y es Alkmaar, la ciudad del mercado de los quesos. Ya me perdí el mercado en mi primer viaje, y en este también me lo he perdido. A la tercera va la vencida.

La próxima vez que vaya será muy diferente. Quiero ir al centro de la ciudad, tal vez a algún hostalillo del barrio rojo, y gastarme el dinero en vez de en los Coffe-Shops, en cenar por ahí, en conocer otras ciudades... Y si es posible, con alguien especial, porque Ámsterdam siempre me invitó a pensar en ella y en lo maravilloso que tiene que ser el compartir una ciudad tan bonita con alguien tan especial.

¿Seré capaz de realizar ese viaje?

Buenas noches vacaciones, hasta el verano.

Bip... Bip.................Bip

Estoy hecho polvo, ¡y tengo mi camaaa! Ohh...

2.4.04

Vuelo

Bueno, por lo menos he conseguido hablar con ella. Estoy más tranquilo en general, es el efecto que me causa su voz, sin duda. Si al menos pudiera tocarla...

Pero no quedan días... apenas. Siempre más de los que yo quisiera, y a la vez más de los que podrían ser. Sigo cogiendo altura, y cada vez veo más lejos el suelo. Me asomo al borde, y miro hacia abajo. Ya da vértigo. Me da igual. Prefiero subir y si me caigo romperme en mil pedazos.

Uñas y dientes

¡Por el amor de dios! ¡¿Es que no es posible que, para un dia que se sabe que estoy nervioso, me dejen tranquilo?! Me va a dar un algo... Y encima ella no me coge el telefono... Y se me hace tarde, y no tengo hecha la maleta, y no tengo el saco, y no se que coño voy a hacer todavía durante nueve horas solo en Amsterdam hasta que el resto llegue...

¡Oh gran kahuna! ¡Dame un respiro!

Inspiro

Expiro,


Inspiro

Expiro,

...

Mejor.

PD: Me llevo una libreta y un boli. Lo mejor que quede, con su hora y fecha, tengo que meterlo aqui. A ver si merece la pena.

1.4.04

Relatos de cama

Hay muchas cosas que me gustan de dormir en mi cama:

- Que cuando me meto en la cama, ésta esté fresquita. Fría no, no como esos días en los que mi madre deja la ventana de mi habitación abierta en pleno invierno y me tengo que arrebujar en mi mismo porque no aguanto con las piernas estiradas. Fresquita.
- Que las sábanas estén remetidas por todas partes. Tengo que poder meter los pies justo donde se juntan las sábanas con el colchón y notar que esté tirante. Diréis que soy muy raro, pero casi siempre que estoy en un hotel (de las pocas veces que voy), tengo que remeter mejor la ropa de cama de lo que lo está por ese motivo. Un amigo se deshueva de mí diciéndome que en los hoteles me hago la cama...
- Poder sentir el peso del edredón en invierno, y enroscarme en él como una oruga en su capullo. Eso me encanta. Y ya despertarme y reptar con él hasta el sofa, es todo un deleite.
- Que la almohada sea consistente, no de esas que son tan finas como el papel, que parecen hechas de gomaespuma. Que tengan un buen relleno. Que pese.
- Dormir boca-abajo. Mirando hacia la izquierda abrazado a mi almohada mullida, y mirando hacia la derecha con la mano debajo de ella y de mi cabeza.
- Soñar. Y recordar qué he soñado todavía más.

Y últimamente he descubierto una cosa que me encanta, y es que he conseguido capturar y guardar en mi mente el recuerdo de una sensación muy especial. Es justo cuando me voy a dormir, que noto un calorcito por todo mi cuerpo, muy muy agradable. Es tan sólo un instante que separa el mundo real del mundo de Nunca Jamás, un breve momento en el que me siento muy agusto. Es lo último que sucede justo antes de dormir.

PD: He de reconocer que la cama sin el verbo dormir que la relacione, es dueña de mis gustos también, claro.

El ciclo del agua

Lo estudié en 2º de EGB (ahora con la LOGSE y todos esos nuevos planes, me siento como mi madre cuando habla de la Reválida, un carca), y creo que era algo así:

"El agua, que se nos presenta sobre la superficie del planeta en dos de sus estados: hielo en los cascos polares, donde el frío enjaula los sentimientos y agua en los siete mares, donde miles de ríos se reúnen para contar lo que ha sucedido en sus riberas. La Luna los mece entonces, suavemente, despacito, haciendo que acaricien las costas, y el Sol los calienta para que, en su tercer estado, el gaseoso, ascienda a los cielos para formar con figuras tu nombre. Luego, reuniéndose entre ruido y luz, volverá vertiginosamente a la tierra en forma de gotas, en picado, añorando los montes, los bosques y a ti."

Y tu me dices que la lluvia te evoca las lágrimas. Mi lluvia es de besos, cálida, suave. Quiero que te mojes de mí.