31.8.04

Sin cambios, casi

Hoy he tenido que analizar mi vida, más o menos por improvisto. Tampoco es que haya realizado un análisis profundo ni haya reflexionado trascendentalmente sobre ella misma (la filosofía la dejo para Kant y para mis charlas telefónicas), pero si he podido mirarme desde fuera para ver hacia dónde voy.

Todo esto viene por la posible oportunidad (llamémosla así) que se me ha brindado hoy para cambiar profesionalmente. Y no es que yo sea profesional en nada de mi trabajo, pero es a él al que me refiero. A todo esto, habrá que ver en lo que yo pueda considerarme profesional... ya me informaré, que algo habrá. Pues el caso es que ese cambio significaba una modificación de mi horario laboral, que actualmente consiste en seis horitas que me paso delante de un monitor (he de decir que no me desagrada en absoluto) por las mañanas hasta las dos y media, a una jornada completa de ocho horas con pausa para comida, copa y puro en otro ámbito con mayor reconocimiento (y claro, más vil dinero).

Lo malo es cuando uno, que es cabezón por definición, decide que ha de sacarse una carrera universitaria y tiene la posibilidad de compaginar su trabajo (actual) con la misma. Digo "lo malo", cuando realmente no lo es. Afortunadamente (creo) no he podido optar finalmente a ese puesto, aunque lo más seguro en que en caso de habérmelo ofrecido en último término hubiera declinado la oferta. Pese a que no he modificado en nada mi horario de trabajo, mis funciones y mi vida en general como consecuencia del mismo, el haber visto la posibilidad y el haber tenido cerca la opción de cambio me han hecho reflexionar sobre el empeño que pongo en los planes que tengo, sobretodo respecto a la carrera. El futuro, sin un Delorian gris, depende de lo que uno haga en el presente.

Esperemos que el poder seguir aprovechando la compaginación académico-laboral y el haberme dado cuenta de la suerte que tengo me dé un par de bofetadas y me ponga en mi sitio. Septiembre y mi oportunidad de salvar la carrera está aquí ya, y ésta es la definitiva.

Agárrate, que vienen curvas...

In crescendo

Como si no tuviera suficientes cosas como para ponerme nervioso, ¡ahora otra más! Y sin avisar, y sin tiempo para reflexionar, y yo con estos pelos...

Acelerado

Mi walkman aceleraba. Si, aceleraba. Cuando una cara de una cinta debía reproducirla en media hora, mi querido walkman la reproducía en unos veintiocho minutos o cosa así. Y esto implicaba que no podía oír todo tipo de música con él, porque oír a Búmbury cantando "Sirena Varada" haciendo gorgoritos (se agudizaba la voz por el aumento de la velocidad) no era lo más apropiado. Fue entonces cuando descubrí el punk-rock.

Iba y venía todos los días al instituto con tres cintas requetegrabadas en mi mochila: The OffSpring "Smash" en una, el "Insomniac" y "Dookie" de Green Day en otra y por fin la mejor de todas, la que tenía el "Punk in Drublik" de NoFX y "Pennywise" de Pennywise, claro. La verdad es que si el sonido era punk-rock, todavía era más punki acelerado. Me acompañaban mis recambios de pilas recargables y mi boli Bic para rebobinar (que había que ahorrar baterías). Creo que sería capaz de cantar todas las canciones del "Punk in Drublik" al pie de la letra. "Don't call me white", madre mía, he debido de oírla unas quinientas veces como mínimo, y me sigue encantando, es un disco increíble.

Hoy me he acordado de esto porque en el canal Sol Música de Auna estaban echando vídeos de punk-rock, y no he podido contener mi sorpresa cuando he visto videos de Randy, Good Riddance, Ten Foot Pole... Con lo difícil que era encontrar a alguien que tuviera ese tipo de música hace siete años. Pocas veces una época de mi vida a estado tan marcada por la música como el final del instituto. La energía que me daba el punk-rock no se me olvidará nunca.

Mañana me llevo el CD de los NoFX al trabajo. En CD se oye mejor, pero donde esté mi cinta acelerada...

27.8.04

Césped

Justo delante del portal de mi casa, y al llegar del trabajo, he saltado por encima de los setos que bordean el jardín, he dejado mi bandolera cuidadosamente sobre el perfecto y recientemente cortado césped y me he tumbado tranquilamente, apoyando mi cabeza sobre ella, quitándome los zapatos y mirando al cielo, donde las juguetonas nubes dibujaban mis pensamientos y tentaban a mi imaginación.

La gente que ha entrado al portal me miraba con cara rara, y a los que no me miraban los saludaba desde mi reclino - ¡Buenas vecino! ¿Ha visto? Aquella nube es igual a una manzana reineta - a lo que ellos, sin contestar y frunciendo el ceño, respondían marchándose escaleras adentro.

Yo creo que me tenían envidia.

Cómo me hubiera gustado haber saltado aquel seto, el césped recién cortado huele tan bien...

24.8.04

Extravagancias

Estoy malito. Sip, tengo un catarrazo de esos de finales de verano que me está fastidiando, y hoy me he quedado en casa. Lo fastidioso del catarro es que por la noche entre la congestión y la garganta, no le deja a uno dormir. Menudo regreso al trabajo, ha durado un día. Pero bueno, espero estar mañana mejor.

Dado que estoy en casita, he decidido como hago muchas veces hacerme un gran vaso (de Cocacola, 50 cc.) de té con limón y miel calentito para suavizar la garganta, y el de hoy es de té keniata con miel de tréboles de Canadá y un limón del Día (bueno, no todo iban a ser pijadas). La verdad es que muchas veces me sorprendo de las cosas que tiene mi madre en la cocina. Por cierto, está buenísimo.

23.8.04

Y mañana...

... a currar. Esto de que se le acaben a uno las vacaciones es lo peor. Pero que buen final, oye.

22.8.04

¡Sorpresa!

La mejor de todas las que me han dado. A veces, puede que dejando la puerta de tu casa abierta, entre la mejor de las sorpresas.

Que fin de semana (aunque fuera sólo medio) tan fantástico, no paro de sonreir, es genial.

Y esta vez el remedio ha estado en sus manos.

20.8.04

Sinonimia

"Echar de menos y recordar a veces es tan sólo una cosa"

Lo he leído hace poco y bien cierto es. A mi me gusta echarte de menos, siempre que no puedo remediarlo viéndote, claro. Me encanta pensar en ti.

19.8.04

A oscuras

A punto de irme a dormir, me acerco a la cocina a por un vaso de leche fría. A mí la leche me gusta así, fría y sola, sin azúcar, sin colacao... fría, y sola. Nada mejor para irse a la cama, esta vez con sueño.

Puesto que todos duermen y siempre he sido sigiloso, salgo de mi cuarto abriendo lentamente la puerta. Oigo los ronquidos de mi padre. La cierro tras de mí y recorro el pasillo con el dedo índice de la mano izquierda bordeando la pared. Primero se encuentra con el vacío de la puerta del cuarto de baño grande, luego con el pasillo y de nuevo el vacío de la puerta del baño pequeño. Desde aquí el salón. Veo parpadear la luz del video. Se debió de ir la corriente y ninguno hemos decidido ponerlo en hora otra vez (me acordaré para mañana). Bordeando con cuidado la mesa del salón y recorriendo ese camino aprendido a lo largo de los años, guardo mi dedo índice y derecho entro por la puerta de la cocina. Una vez ahí, la luz de la nevera iluminará mi meta.

Una vez bebido mi vasito de leche, emprendemos el camino a la inversa, pudiendo ver desde el salón la línea azul de luz que se cuela por debajo de la puerta de mi cuarto, y ya es todo recto.

Hay tantas cosas para las que no hace mucha falta ver... Y lo mejor de todo es ver cuando uno cierra los ojos. Ahí veo lo que quiero.

18.8.04

Sueño

¡No consigo conciliarlo! Y lo que es peor, que me aburro y me estoy cabreando.

Entonces es cuando uno se mete en la cama y empieza a dar vueltas de un lado a otro sin conseguir dormirse. Lo odio, sobre todo porque además estoy dándole vueltas a la cabeza a cosas que me quitan el poco sueño que pueda tener, así que vamos listos. Con lo agradable que sería tener pensamientos relajantes. Esta noche me siento nervioso, inquieto, como angustiado, pero no creo que sea sólo por los exámenes que se avecinan (unos pocos). Espero que la mañana me traiga algo de calma. Suele hacerlo.

¿Será la aclimatación al horario habitual, o la también llamada resaca post-vacacional? Y para esto no vale el agüita fresca en vaso ¿verdad?, pues nada, seguiremos disfrutando de la noche y de "la paz interior". Ay si valiese soñar despierto que tranquilo me iba a quedar yo...

17.8.04

Hasta donde la vista alcance

Pasando cerca de la Laguna Negra y subiendo con el coche hasta donde la abrupta pista y los bajos del vehículo nos permitieron, emprendimos el camino hacia el pico del Urbión.

Era tarde y nos costó llegar, porque de los dos coches en los que íbamos, uno no pudo subir casi y en una praderita donde, al parecer, se reúnen los cazadores de la zona nos detuvimos a comer, dejando allí mismo los coches.

Subimos durante un par de horas, disfrutando de los bosques de pino albar y de los amplios horizontes que se nos iban abriendo conforme ascendíamos. Nos hubiese gustado llegar hasta la cumbre, y hasta el nacimiento del río Duero, pero se nos hizo tarde y tuvimos que bajar, aunque pocas veces puede uno tener la suerte de ver tanto trozo de mundo junto como desde allí arriba (la cima está a 2220 metros). Daban ganas de volar.

Creo que, desde encima de una piedra en la parte más alta, con un viento fresco dándome en la cara, alcancé a verla.

Lluvia estelar

En el rinconcito de Soria donde he pasado los tres últimos días se ve un cielo estrellado que no conozco igual, y si uno se tumba en la hierba y lo mira durante un rato, ve decenas de estrellas fugaces.

Igual es hacer trampa, porque hay acierto seguro, pero en todos mis deseos aparece su nombre.

13.8.04

Cine º

Para aquellos que todavía no hayáis visto la nueva película de Michael Moore, Fahrenheit 9/11, os recomiendo, si vais (que deberíais), que respiréis profundamente y entréis a la sala lo más relajados posible.

Es una película muy dura de ver, porque sientes que se te revuelven las entrañas, que te falta el aire, que te hierve la sangre. El Sr. George W. Bush, Bush Jr. para los amigos, es el principal protagonista. Quiero comentar que en el mismo momento que pulse en el botón "Publish Post" de la interfaz de usuario de Blogger para que este texto aparezca en la página, al contener éste ese amedrentador nombre, habrá un par de organismos de control de los EE.UU. que se pasarán por esta web para ver qué se dice y porqué se nombra a esta persona, y si por algún casual fuese necesario tomar datos y abrir una investigación. Hay que tenerlo todo controlado, señora, que sino las cosas se desmadran.

En conclusión, cuando uno ve esa película se da cuenta de quien es la persona más peligrosa del planeta en estos momentos, sobretodo por su ignorancia. Realmente se me ocurren muchos epítetos para nombrar a este señor, pero el más apropiado es ignorante. Y su falta de conocimiento da un miedo de la leche. Es muy recomendable el verla para darse cuenta de lo que gente de su clase es capaz de hacer en esas esferas. Aquí teníamos a uno que iba por el mismo camino... Y, bueno, mejor dejo esa rama porque acabaré con una úlcera y no me apetece.

Pues eso, que cenéis y sentéis bien la cena antes de verla porque sino, o se os corta la digestión o se os quita el hambre, pero ir a verla. Qué huevos, madre mía... que huevazos hay que tener.

Y quisiera hacer desde aquí una mención especial en honor a la madre de una amiga mía (Eva), una de las tantas víctimas de este desastre. No pudieron encontrar nada de ella en uno de aquellos trenes de la muerte que paraba una mañana de un once de marzo en la estación de Renfe de Santa Eugenia. Explotaba a cuatrocientos metros del portal de mi casa, que se cerraba tras mi figura al irme yo a trabajar, afortunadamente ese día en coche. Su recuerdo estuvo muy presente en mi durante toda la película, atenazándome en algunos momentos he de decir, y es por ella y por todas las demás víctimas de todos los bandos de esta basura impulsada por aquellos que no tienen conciencia, por lo que debemos conocer, ser testigos y darnos cuenta de que estos desalmados no pueden seguir por ese camino.

Muchas veces se dice que la vida es dura, pero que suerte es tenerla.

12.8.04

Recomendaciones vacacionales 1

Me siento en la necesidad de compartir una recomendación para todos aquellos que estéis en periodo vacacional (igual vienen más, que nunca se sabe, por ello lo del 1). Mi recomendación consiste en lo siguiente:

Dado que estoy de vacaciones, qué mejor que disfrutar de ellas acostándonos a las tantas de la mañana. En mi caso, esto ha sido así porque por primera vez desde hace mucho tiempo y en la tranquilidad de la noche, ayer me dediqué a navegar por las vastas redes de la información (coño, que bonitas quedan esas cosas así escritas en vez de decir internet a secas) hasta las cuatro y algo de la mañana. Mira que no pretendía que se me hiciese tan tarde navegando, pero es que uno se pone a leer cosas interesantes de informática y una cosa lleva a la otra... y casi ni me acuesto. Debo cultivar mi faceta geek de vez en cuando, claro.

Y ahora viene lo mejor de todo, que es el tener a las nueve y media de la mañana una de las tan apreciadas obras "madrileño-agosteras" que con un martillo hidráulico, una sierra eléctrica y un generador le dan a uno los buenos días debajo de su ventana. Pero no acaba ahí la cosa, porque siempre puede uno intentar dormirse de nuevo. Pues no, señora, no, que mi "obrita de las narices" es como los programas de la radio, de nueve y media a doce, y así no hay manera.

Pues eso, háganse con una obra August-typical y disfruten de las mañanas.

PD: Con lo bien que voy a dormir yo en el monte soriano este fin de semana (entre copa y copa, que son fiestas).

Wasabi en Kawara

¡Mira que está rico! Mmmm... Llevaba ya un tiempo queriendo comer sushi, y por fin lo he conseguido. Bueno, ya había comido, pero lo trajeron congelado del Corte Inglés y, bueno, aunque haya comprobado que el sabor tampoco es que sea muy diferente, si hay diferencia. Pues eso, nos hemos ido (unos amiguetes y yo) a un restaurante japonés cerca de la zona de Montera llamado Kawara, y pese a que estaba vacío (imagínate, a las cuatro de la tarde en agosto en Madrid un miércoles, pues normal) y que casi cerraban la cocina ya, ha sido estupendo.

Nos hemos pedido un plato de tempura (verduras fritas recubiertas de algo parecido a lo que recubren las "gambas con gabardina") para compartir, unas cervezas, y luego un plato de menú para cada uno. Yo he optado por el sashimi a sabiendas de que estos desalmados que tengo como amigos se iban a pedir sushi y, cómo no, yo iba a asaltar sus platos.

Nada más empezar nos han traído un pequeño bol con una especie de tallarín que flotaba en un caldito suave con sabor a mar y especias que no tenía mucho sabor. La verdad es que no sé si eso se come directamente o se usa para cambiar sabores (que podría ser) pero, aunque alguno de mis amigos ya habían comido varias veces en japoneses, como tampoco saben muy bien cómo ha de comerse esa comida, nos lo hemos comido tan contentos. Todo sea dicho, teníamos un hambre...

Luego nos han traído la tempura que ha durado dos telediarios, lo que es normal porque un único plato para los cuatro zampabollos que estábamos allí... con lo que en dos minutos hemos mojado un par de trozos cada uno en un bol con otra salsa suave de soja y fiesta. Era de esperar.

Y finalmente nuestros platos. Mientras que el plato de sashimi consistía en un bol de arroz; otro bol con una sopa suave con ¿algas?, tofu, alguna verdura aparentemente desconocida y un tipo de sémola; un platito con tofu de diferentes clases (más o menos consistente); otro platito con unas rodajitas de algo marrón-anaranjado más o menos dulce y un poco crujiente y el plato central con el sashimi propiamente dicho, que venía con una hoja de lechuga, pepino en rodajitas, atún, salmón y bacalao crudos y fileteados (en una cantidad apreciable) y un poco de wasabi, el plato de sushi traía en diversos apartados, jengibre fileteado bastante suave; "rollitos" de arroz envuelto en algas con un centro de los tres tipos de pescado antes mencionados; el mismo bol de sopa; el mismo platito de ese algo marrón-anaranjado; unos "montaditos" de arroz como base y el pescado fileteado encima; más del mismo pescado fileteado con algo de wasabi y el tofu.

He de decir que me he puesto las botas a comer, porque mi plato estaba de muerte y había comida en cantidad. Comentar que el atún crudo mojado en soja, con un poco de arroz y un poco de wasabi está de muerte. Mejor dicho, todo estaba de muerte.

Y bueno, llegado este punto, hablaremos del wasabi de una santa vez:

El wasabi es una especie de pasta de color verdoso, muy parecido al aguacate, que se prepará a partir del "rábano japonés". Se usa para acompañar los platos japoneses con pescado crudo por su carácter desinfectante (recordemos que el pescado crudo y en general cualquier carne cruda puede ser bacteriológicamente peligrosa, aunque tampoco hay que dramatizar) y es característica por su fuerte sabor y su picor, digamos, nasal. El caso es que te pones encima de un trocito de sushi un poquitín de nada de wasabi (del tamaño de un grano de arroz) y cuando te lo comes pica que devora. Pero no es un picor como el del chile mejicano o la guindilla española, sino como la "moutarde de Dijon". De ese que se te sube a la nariz y a la nuca y que te hace lagrimar. ¡Buenísimo! pero en su justa medida. En fin, recomiendo probarlo por experimentar esa sensación, aunque el picante no sea lo vuestro. También es recomendable ponerle un poquito al platito donde se sirve uno salsa de soja para disolverlo allí, que le da un toque estupendo. Vamos, que para variar me ha encantado.

Bueno, pues eso, que he comido tremendamente bien. Me he comido el sashimi y un poco del plato de sushi de un amiguete al que, pese a haberle gustado, se ha cansado un poco del sabor continuado del sushi y no podía con todo (lo que "ha sido una pena...", jejeje). Y de postre me he tomado un helado de té que la verdad me ha sorprendido, y he probado un poco del helado de sésamo (más sabroso y dulce) que se ha pedido un amiguete.

Y con esto puedo concluir que la experiencia del japonés ha sido muy buena, y que me han dado la tarjeta del sitio al que pienso volver (sales por unos quince o dieciocho euros, que tampoco está mal), y una lista de la asociación de restaurantes japoneses de Madrid, con lo que habrá que investigar.

Sayonara =).

PD: Si que me ha tenido que gustar, ¡creo que no había escrito tanto nunca! A ver si cojo costumbre, jeje.

11.8.04

El retorno

Cuando la paz y la tranquilidad por mi tomaban el control de mi cuerpo y mente (porque estoy de vacaciones, jejeje)... ¡Vuelven mis padres!

Y ¡ala!, a la mierda la tranquilidad.

¿Qué tal las vacaciones? ¿Bien? O en familia...

9.8.04

Disuelto

Oculta en un suburbio y tras pagarle doscientas monedas de oro, la hechicera accedió a transformarle en estatua de sal. Lo había previsto todo. En un barco sería arrojado al Mediterráneo, una vez su cuerpo se hubiese transformado, en el momento en que su imagen fuera la escultura inmóvil y diáfana de blanca roca por la que había pagado, para ser disuelto en sus cálidas aguas.

Y entonces, esparcido todo él por ese mar, tal vez la suerte le acompañase. Tal vez ella, con su bikini nuevo amarillo y naranja y para batallar al calor, decidiera refrescarse en la playa y dejar que las aguas saladas la abrazasen. Tal vez algo de esa sal sería él mismo. Tal vez entonces pudiera besar de nuevo su piel.

8.8.04

Intentos

Quise buscar motivos para reír,
pero me eché a llorar.
Busqué entonces motivos para llorar
y me tuve que reír del resultado...

Quise chillar con todas mis fuerzas
y mi voz se ahogó en un suspiro.
Intenté entonces acallar mi rabia
y acabe gritándome al espejo.

Intenté quererme un poquito más,
pero me odié con todas mis fuerzas.

A ti querría odiarte.

5.8.04

La Una de Las Mil y Una

"¡Antorcha en las tinieblas, ella aparece y es el día! ¡Ella aparece y con su luz se iluminan las
auroras!
¡Los soles irradian con su claridad y las lunas con las sonrisas de sus ojos!
¡Que los velos de su misterio se rasguen, e inmediatamente las criaturas se prosternan
encantados a sus pies!
¡Y ante los dulces relámpagos de su mirada, el rocío de las lágrimas de pasión humedece
todos los párpados!
¡Oh tú, a quien rapté el mismo día de tu boda! Quisiera dormir un poco."

Y el genio colocó la cabeza en las rodillas de la joven, y se durmió.


Me gustaría poder hacer lo mismo sobre su regazo esta noche, pero me voy a guardar las ganas. Y a ella la guardaré aquí dentro, muy cerquita.

Acabo de empezar a leer "Las Mil y Una Noches", y creo que aunque tal vez me cueste, me va a gustar. Éste es un fragmento de la primera de esas fantásticas historias. La cosa promete.

4.8.04

¿Playa o montaña?

No, no me voy a depilar (por lo menos por el momento), ¡pero me tiro de los pelos para poder planificar un fin de semana que tengo de vacaciones con ambos planes a la vez! La playa estaría genial, porque iremos muchos, pero es que las fiestas del pueblo...

Ya lo intenté con la ampliación de horas por día, pero no lo conseguí, pero... ¿cómo veis lo de ampliar el fin de semana de dos a cuatro días? Yo firmo, vamos.

3.8.04

Blue Moon

Me dan las vacaciones este viernes, pero prefiero mis últimos fines de semana veraniegos (aunque he abusado un poco de ellos) fuera de Madrid. Allí me han tratado como un rey, estupendamente. Todos han sido inigualables. Cada uno, cada vez, siempre.

Aunque bueno, cada cosa tiene su momento, así que disfrutaré de las vacaciones que ya me tocan y a ver si aprovecho y estudio (y así además se me pasan pronto, jeje). Y como no, debía cerrar el último de esos fines de semana la luna llena. Esta vez mucho más especial, una Luna Azul (sucede cada dos años y medio), preciosa y enorme, en una noche bonita y fresca donde todo, con ella, ha sido fantástico.

Hasta la próxima, malvada.

2.8.04

269

Ya quise ir el fin de semana pasado, pero no ha sido hasta el sábado que he conocido el barecillo "269". ¡Menuda recomendación! Si es que es bueno hacerte caso, jejeje.

Está en la Avda. Madrid, supongo que en el número 269, claro, y es tremendo. Los pinchos salen los más baratos a 0.30€, y creo que para estos Pilares, va a ser un sitio que vamos a asaltar. Cae un poco lejos de la ruta que establecimos el año pasado para las cañitas mañaneras, pero es que ¡te puedes poner fino!

En Zaragoza no suelen poner pinchos con las cañas. De hecho en el único sitio donde conseguimos que nos pusiesen algo fue en un bar con sillas amarillas del que casi nos echan por borrachos (nos pusieron unas "olivicas") y en el bar Montesol (al lado de la "City") donde un amable anciano nos invitó a dos bolsas de "patatuelas" tras habernos bebido a las diez de la mañana unas 15 jarras de cerveza. Así que sabiendo que en la "Ciudad del Viento" se resisten a darnos donde remojar los zumitos de cebada matutinos, el 269 es un acierto seguro.