Buenas noches
Y buenos días. Todo junto. Y sólo con un mensaje. A veces, ciento cuarenta caracteres de texto son capaces de darle color a cualquier lunes mustio que se me quiera poner por delante.
Y ya he aprendido a que no se autodestruyan, ¡que son muy listos!
Y ya he aprendido a que no se autodestruyan, ¡que son muy listos!