28.2.05

Al minuto

6:45 - Suena el despertador. Nuestro protagonista, hobbes, coge martillo y cincel y acomete contra las legañas. Se viste y se arregla (y no, no se ducha, porque nuestro protagonista hobbes se ducha por las noches para no coincidir con nadie en el baño por las mañanas) dispuesto a marcharse a trabajar en transporte público. Su compañero de trabajo, fiel admirador de Bertín Osborne, está medio malo, y no puede llevarle en coche puesto que no va a ir al trabajo por lo que ,cual penitente en Semana Santa, iniciará la procesión.

7:05 - Mensaje de Bertin's lover (uséase, del susodicho compañero) - Al final sí voy, ahora te hago la perdida cuando salga - a lo que nuestro protagonista responde con otra llamada perdida. Porque, que quede claro, nuestro protagonista ha superado satisfactoriamente el examen de llamadas perdidas y sabe bien cuando ha de hacer uso de ellas. Vaso de leche, yogur, galletas, vitaminas y Eferalgan efervescente conforman el desayuno de los campeones. Habrá que sacar un sandwich de la máquina, ¡qué remedio!

7:30 - No habiendo recibido todavía la llamada perdida de su chofer matutino (al que le da las gracias desde aquí), hobbes decide bajar hasta el punto de encuentro en la calle donde habitualmente es recogido. Nuestro protagonista, extrañado, cuando lo habitual es que esa llamada suceda un cuarto de hora antes, piensa que tal vez haya pasado algo y el conductor no haya podido efectuar la llamada. Ideas de catástrofes se aglutinan en su mente. Y es que el mundo es peligroso, señora, muy peligroso.

7:45 - Tras quince minutos de espera, luchando contra el viento y sintiendo que sus orejas iban a desprenderse de su cabeza por el frío (porque, señora, nuestro protagonista es un poco friolero, y hoy se congelaban hasta las ideas), aparece nuestro conductor, que no siente las manos.

8:20 - El acogedor atasco de la M-30 ("emetreinta" para los amigos) ha conseguido calentar parcialmente el cuerpo de nuestro aguerrido hobbes, quien sube las escaleras del edificio donde trabaja deseando poder calentar sus ateridos pies. También se acuerda de que bien podría ser viernes, de un baño calentito, de su cama y de la madre que parió al puñetero viento. El orden de estos factores no consigue alterar el producto.

11:00 - De las cinco tareas que pretendía realizar nuestro protagonista, decide tan sólo realizar tres (ajenas a sus labores laborables laboriosas). Las otras dos no son imprescindibles y, por lo tanto, como su propio nombre indica, opta por prescindir de ellas. Es lunes y a hobbes le cuesta engrasarse. Por aquello de no destacar.

13:15 - Tarjeta de fichar en mano, nuestro héroe termina su jornada laboral de los lunes. Desde hace una semana ha de personarse en la facultad, en la otra punta del globo terráqueo, o mundo mundial, a las quince horas (las tres para los amigos) para realizar unas prácticas de obligada asistencia. Tan obligada que hobbes se pregunta si no sería conveniente solicitar un trabajo de adjunto de laboratorio para encañonar con un trabuco a los alumnos que han de asistir a él. Claro que, piensa hobbes, también podría ser una bayoneta, sería cuestión de discutirlo.

13:35 - Marte en conjunción con la tercera luna de Júpiter y estando en ascendente en la séptima casa de Aries, hace aparecer un autobús en la lontananza al que sube nuestro protagonista. La cuenta atrás le lleva ventaja.

13:53 - Las puertas del autobús se abren y hobbes desciende raudo. Se apresura a acercarse a la caja (postal) donde en una ocasión fue secuestrada su tarjeta de crédito (y sin preguntar, oiga) y en la que en otra de esas ocasiones fue mordida sin rencor. Receloso, opta por arriesgarse y procede a sacar dinero - Este cajero tan sólo puede ofrecer billetes de 20 € - Nuestro héroe no se amilana, y saca un múltiplo de veinte.

14:02 - El Metro de Madrid vuela y hobbes necesita alas. Y, en el Metro, como es habitual, le empujan y le dan codazos. Pero no pasa nada. Nuestro héroe sabe estar.

14:16 - El autobús hacia los confines del universo, que sale a las dos y cuarto, ha salido a las dos y cuarto. Con el ceño fruncido, nuestro protagonista se acuerda de la progenitora del conductor del autobús (pese a no conocerla) y espera impacientemente a que el siguiente trasbordador espacial abra las puertas de embarque.

14:33 - "¿Qué has hecho con mi país, tío?" muestra su primera página a hobbes tras la ingestión salvaje de un bocadillo de tortilla de patatas y calabacín y un plátano. Un poco de distracción ante el inminente retraso para hacer bien la digestión. George, el Sr. Bush Junior (gracias, robots de internet, por archivar ahora mismo esta página al aparecer este nombre aquí, dado mi potencial terrorista), no le ayuda a ello. Es un hombre poco digestivo. Qué le vamos a hacer.

15:30 - Todo el alumnado lleva cerca de media hora en clase y hobbes entra por la puerta. Mala suerte, si reincide verá su nota menguada. La táctica trasbordador es aparcada y la idea de venir bajo métodos convencionales retoma el primer lugar. "Ten fe en Renfe", no te quedan más cojones.

17:07 - Entra en la case de Álgebra. Hay un aroma en el ambiente fácilmente reconocible. No es afrutado, ni dulce. Tal vez un poco ácido. Así como a vinagrillo. No es un bistec. No es un bizcocho. Es sudor. La nueva estrella de la próxima "Operación Triunfo" habla de dominios de integridad y conjuntos abelianos. Prácticamente al borde del desvanecimiento (a near-death situation), hobbes aguanta milagrosamente la primera clase.

17:51 - Calvin Klein decide dar un breve descanso. Nuestro protagonista y allegados se mudan cinco filas más al fondo. Tras minutos de desesperación, su pituitaria vuelve a estar entre los vivos.

19:00 - La vuelta a casa por fin ha llegado, hobbes no se lo cree. Michael Moore está de lo más interesante. Buen momento de relax en el cercanías. No hay tiempo para comprar el abono transporte, por lo que mañana hobbes habrá de pagar el autobús aunque finalmente lo adquiera. Imprevistos a "euro veinticinco", un obstáculo fácilmente solventable por nuestro querido héroe.

19:55 - Desde Siberia desciende una suave brisa que consigue congelar una vez más a hobbes. Cuando entra en casa, vacía, ni se lo cree.

20:02 - Transformándose en el superhéroe que realmente es, hobbes retoma su lucha contra los malhechores y rufianes de este mundo, siempre ayudado por su fiel amigo Mr. Banano, ahora "Super Banano". Como no, un héroe siempre tiene tiempo para asistir a los desvalidos y desamparados. Tiene tiempo de sobra.

21:40 - Extenuado, nuestro protagonista se ducha.

22:14 - Cena. Albóndigas. hobbes prefiere una calzone, pero su querida y bienamada madre le indica que ha de ingerir algo consistente tras su frugal almuerzo. hobbes está de acuerdo. Más le vale. Un superhéroe nunca discute con su madre.

22:40 - Nuestro protagonista convoca a los hados para contactar con su progenitor, que parece hallarse poco a poco de vuelta en nuestro mundo, y charla un rato con él.

22:51 - El día termina, pero hobbes, servicial y atento, accede a que se refleje su tranquilo y reposado día en estos bits, para la posteridad. Ah, y les da las buenas noches. Gracias por venir.

25.2.05

Vértebra

¡Ay, Dolores!, que estamos hechos polvo. Tú con una leche en el morro que te ha levantado la madera por la parte de arriba, y yo que tengo la espalda que se queja más que una cantaora. Eso nos pasa por hacer el cabra por fuera-pistas. Quien nos mandará... Jooooo, ¡camitaaaa! ¡¿dónde estás?!

Si por lo menos alguien nos hubiese grabado la leche para mandarla a algún programa de videos... y todavía me queda el largo camino a casa.

¡Me dueleee! (snif)

Ay.

23.2.05

El bosque secreto

Me adentré por un camino secreto en el bosque más bonito, y he llegado más lejos de los límites que podía entrever del mismo. Y he cometido el error de no mirar a los lados, a las veredas, para observar la nueva naturaleza que ese territorio desconocido contiene, admirarla y conocer su belleza más oculta que en su corazón brida a mis ciegos ojos, tímida y selecta. Poco a poco he ido acelerando mis pasos, y he acabado corriendo, buscando su centro, su corazón. Y he tenido que tropezarme por ir tan deprisa para darme cuenta, gracias a una raíz que un venturoso árbol levantó en el camino. Y, en el suelo, frotándome la rodilla, me he girado y he mirado en derredor, a la par que se elevaba mi telón, revelándome de nuevo la riqueza misma que me atrajo al principio del camino.

Me siento torpe, egoísta e inapropiado al camino mismo. Poco digno, quizá. Me paro en seco en esta curva, triste por haber ido corriendo este último trecho y, con miedo, junto el talón de mi pie izquierdo con la punta del derecho todo lo que puedo. Avanzo despacito, de lado a lado. No creo que compense, pero escudriño cada hoja, cada granito de arena de este maravilloso lugar donde tengo la suerte de estar. Y respiro hondo su suave brisa.

Cuanto más miedo tenemos de que algo pase, más fácil se lo ponemos al destino para que ello suceda. Creo que es algo inherente a la gente.

A mí, tal vez.

They spun a web for me,
They spun a web for me,
They spun a web for me...

22.2.05

¿Con tarjeta o en efectivo?

Voy a ir a la tienda donde me compraron, a devolver un par de cosas de mí que no me gustan. Tengo el ticket, pero estoy un poco usado y ya ha pasado un poco más de tiempo del adecuado para este tipo de operaciones. La pena es que ahora ya todo es de saldo, y hay que buscar mucho para encontrar cosas que merezcan la pena. Aunque yo siempre he sido un gran buscador.

Espero no me pongan ningún problema.

21.2.05

Tránsfuga

Mi lunes se ha ido a trescientos veinte kilómetros de donde estoy. Se me ha escapado el muy cabrón. ¿Y a dónde voy yo sin lunes? Bueno, esperaremos a mañana a ver si el martes decide hacerme la misma.

Ya me podría hacer un hueco.

Ven

Hoy, en un rato, viajarás desde la realidad hasta la magia del mundo de mis sueños donde, tal y como yo te veo siempre, brillas cual estrella del Principito. En mi cielo. Una sola estrella. Tú.

19.2.05

Boca a boca

Me gustaría conocer Barcelona, de veras. Ha de ser una ciudad digna de visitar. Pero por ahora creo que me lo voy a perder. Mucho tiene que ofrecerme para que hacia allí dirija mis pasos, eliminando así la posibilidad de ver la sonrisa que más me gusta.

He estado un tiempo sin verla, aunque el fin de semana pasado, al que gustosamente añadí el jueves y el viernes, esa boca que sonríe me contaba un cuento en un autobús, se reía cuando me probaba aquel polo rosa tan horrible, compartía fresas con la mía, me enseñaba juegos... y me tiraba un beso desde la acera cuando mi mano la despedía pegada en el cristal.

Está complicado el competir con eso...

5.2.05

¿Digame?

Hablar a través de internet (y digo hablar, con la voz) es una gozada, sobretodo porque como la conexión ya la estás pagando (granito de arena para la saca de Auna), pues puedes hablar todo lo que quieras.

Y lo que yo quiero hablar hoy es, para variar, ¡todo!

3.2.05

El Mundo Fantástico

La llamada "Transición Cultural" de la empresa donde trabajo (es que, señora, me jode llamarla "mi" empresa) se ha basado en la feliz idea de una consultora americana que tiene por clientes a Microsoft, a Sun Microsystems y a Nestle (vamos, churras y merinas) entre otros. Dicha idea reposa sobre el cuento de "El Mago de Oz". Si, acojonante ¿verdad? El cambio cultural se hará fijándose en el león y en el hombre de hojalata.

Bien, pues debe ser que el temita de los cuentos ha hecho mella en las cabezas pensantes que dirigen el cotarro, porque hoy se me ha notificado las dos posibilidades con respecto a la espera subida de sueldo. Una consiste en, virgencita, que me quede como estoy, pasando a cobrar el maravilloso IPC de este año, y la otra, basada en unos objetivos más esperpénticos que cualquier programa de prensa rosa, la han sacado de alguna fábula de Esopo, o del país de las Maravillas, o incluso de la Tierra de Nunca Jamás, porque no hay cristo que se la crea.

En fin, que esto es como el cine, es un alucine... que ver para creer. Como mola mi trabajo, señora, de veras. Debería venirse. Traiga palomitas.

Y, por si eso fuera poco, hoy mi querido progenitor, que sigue en un estado de trance profundo, no ha sido capaz de recordar que hoy era el cumpleaños de mi madre. Vamos, que cojonudo, que confeti para todos. Y mi madre llorando comiéndose la tarta, precioso.

A ver... uno, dos... probando... vale, ya: PUTA MIERDA.