19.3.05

Ornitología

La vida está llena de misterios, de cosas que desconocemos y que por sí mismas se nos muestran como entes desconocidos y raros, que no alcanzamos a comprender y que despiertan nuestra curiosidad.

Una de las cosas que ha despertado en mí ese sentimiento no hace mucho ha sido el oír a las tres y veinte de la madrugada piar a los pájaros que se pasean por los chopos de enfrente de mi ventana.

Quién les mandará, digo yo.

18.3.05

Es que...

Soy un quejica, no paro de refunfuñar y protesto de todo.
Y sí, es cierto. Lo sé.

Y me jode.

11.3.05

Hoy

Hoy, que el mundo se mueve a través del teléfono, que lo que sabemos de las cosas que suceden fuera es por la televisión, por la radio o por los periódicos; hoy que se felicitan los cumpleaños a través de un sms, que se acuerdan de ti si te hacen una llamada perdida; hoy que se habla con los amigos mediante el messeger y que los ves por las fotos que te envían al correo...

Hoy.

Hoy que en los huesos tengo metido el recuerdo y que piel se eriza al pensar en ello, en lo cerca que estuve, en aquellos que estuvieron demasiado cerca.. necesito verla, tocarla, olerla, sentirla y acariciarla. Hoy tengo un motivo más.

8.3.05

Cóctel

El día es largo, larguísimo, inacabable para todas aquellas cosas que llego a tener que hacer.

El día es corto, cortísimo, inexistente para muchas de las otras cosas que me gustaría poder hacer.

Por favor, me lo mezclen. Agitado, no revuelto.

En un lugar muy lejano...

Cuando era pequeño todas las noches, antes de dormir, mi padre me contaba un cuento. Se los inventaba todos y siempre tenía más cuentos para mí. Había noches que me contaba varios, incluso, y con ellos me quedaba dormido. Y cuando iba a visitar a mi abuelos y mi abuela se levantaba de la cama para prepararle el desayuno a mi abuelo, me metía corriendo en su cama y él también me contaba cuentos, cuentos de Gorilón (un gorila gigante que siempre arrancaba un árbol para usarlo de mondadientes), de la Hormiga Atómica y de Popeye, que escuchaba muy callado arrebujado en las sábanas.

Me encantan los cuentos, todavía. Y hay una persona que me ha contado un par de ellos y ha conseguido que me entre un cosquilleo por la espalda que me encanta. Así que me voy a dormir.